viernes, 7 de septiembre de 2012

Adrián y Horacio conversando en arrabalero. En vivo y en Compact Discs

Bajo una intensa y persistente lluvia, entre murciélagos aturdidos y con un piano de cola a media clavija, el teatro de Río Cuarto tuvo el honor de recibir a dos excelentes músicos, el pianista Adrián Iaies (por segunda vez) y el contrabajista Horacio Fumero (en su primera vez). Del uno al diez...

Más que un concierto, más que una presentación musical, estos músicos parafrasean al jazz como si estuvieran deletreando cada cuerda de la mismísima esencia del piano y el contrabajo. Y en esa paráfrasis, esta oportunidad fue el arrabal quien en su espíritu se fundió en los macillos, teclas y puentes del piano, en las cuerdas del bajo y su resonante acústica, entre unos o la nada, chiquilines de bachín, zambas compañeras, Laura que va y otras verdades arrabaleras que conversan entre corcheas y como cuerpos delicuescentes se van fundiendo paulatinamente en una musicalidad que suavemente profiere letra a letra el jazz; compás a compás, el swing.

Una noche mojada de lluvia, pero una noche que alegró los oídos de quienes estuvieron presente, no tantos, no fue teatro lleno, pero Río Cuarto es así.

Y por supuesto, un evento para aprovechar y abastecerse de buen material, cosa que siempre viene de perilla, y esta vez por partida triple: «Conversaciones desde el arrabal amargo», un disco doble interpretado por estos músicos que, claro está, fue el motivo de esta visita. La paráfrasis del jazz pasa por interpretaciones de Arrabal amargo, Chiquilín de bachín, Uno, Nunca tuvo novio, La dejé partir, Nada, Milonga del ángel o Zamba para no morir, entre otros capítulos imperdibles.

«Cinemática finlandesa» es la tercera partida. En compañía de Roxana Amed, Adrián y Roxana hacen una especie de matrimonio pianístico vocal que va mas allá de una conjunción, es un solo espíritu expresado en dos esencias musicales que se acompañan y se hablan con gestos y miradas imaginarias que se transmiten en obras impecablemente interpretadas. Es un deleite escuchar un repertorio que incluye géneros tan diversos y contrapuestos como rock nacional en Viernes 3am y Rasguña las piedras, zambas como La Arenosa y Zamba del Laurel, tango en Cuando tú no estás, y el mismo jazz de Pannonica, todos estos géneros hermanados en la interpretación al estilo jazz de estos dos talentos que nos avocan.

Muchachos, Adrián, Horacio, Roxana, les pido un favor: no sean tan buenos músicos, que da envidia verlos tocar, da envidia de tanta libertad para deletrear sin palabras, da envidia ver inertes instrumentos con vida propia.

Y ni hablar de Amigos por la Música, excelente siempre en todas las presentaciones. Vale la pena tenerlos a Dídimo y Adriana en Río Cuarto.

10 puntos para Adrián y Horacio. 3 puntos para Río Cuarto, por la lluvia, por los murciélagos y el piano, pero fundamentalmente por el teatro medio lleno y medio vacío. Vamos, ¿a tan poca gente le gusta el jazz por estos lares? Nadie pretende llenar un Banda Norte o un Central, es el teatro. Y 9 puntos para mí, esta vez tengo parlantes como la gente, aunque ahora me gustaría unos mejorcitos.

Como siempre, volveremos sobre discos y conciertos. Y como ya saben, Adrián Iaies no me reconoce un centavo por disco vendido, así que crean en lo que digo que es desinteresado, y traten de conseguirse estos discos. Pueden consultar en Homero Disquerías o en el sitio oficial www.adrianiaies.com

® y ™ de esta nota: fotos usadas sin permiso previo. Espero no se me enojen los propietarios!

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